Esta iniciativa se lleva a cabo en algunos bares y restaurantes, cuyos clientes están avisados previamente de la posibilidad de sumarse a ella. Un cliente que entre a tomar un café puede pagar también un "café pendiente". Entonces pagaría dos cafés, el suyo y el pendiente. Los camareros anotan en una pizarra que hay un café pendiente, y cuando entra una persona sin posibilidades económicas de pagarse un café, puede pedirlo sin pagar nada. Es decir, la gente paga anticipadamente el café a alguien que no puede permitírselo. Pero no solo de cafés va la cosa, ya que hay muchos lugares en que también existen los bocadillos o menús pendientes.
Este movimiento se inició en Nápoles (Italia) en el año 2008 y se ha extendido por el mundo rápidamente. Puedes consultar los establecimientos en España en los que se lleva a cabo haciendo click aquí. Si vives en Argentina, si haces click aquí tienes los lugares de tu país donde funciona.
Y es que en tiempos difíciles se confirma que, como decía aquel anuncio publicitario, "el ser humano es extraordinario".
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