Pero la basura espacial no se compone de desechos generados por los humanos en su vida diaria, sino en su mayor parte de satélites. El primero fue el Sputnik, en 1957, y desde entonces, 6.500 más han sido puestos en órbita, de los cuales menos de 1.000 están en uso. El problema radica de la concentración de estos, cosa que provoca múltiples colisiones, por lo que se descomponen en mayor cantidad de chatarra, y en los peores casos explosiones. Este fenómeno se llama el Síndrome de Kessler, por el cuál la enorme cantidad de basura en órbita produce constantes colisiones, con el resultado de aún más residuos. La velocidad a la que chocan dos fragmentos de basura espacial es de 52.000 km/h., por lo que el riesgo de explosión (y su consiguiente desintegración) es elevadísimo.
Según la Agencia Espacial Europea (AEE), la basura espacial colisiona con el Transbordador Espacial constantemente, hasta el punto que se ven obligados a reparar las ventanas con frecuencia. Datos de la AEE revelan la composición de la basura en órbita: 7% satélites en servicio, 22% satélites fuera de servicio, 17% restos de cohetes, 13% objetos perdidos en las misiones espaciales, 41% otros fragmentos.
El 10 de febrero de 2009 se produjo un choque entre los satélites Iridium 33 y Kosmos 2251, a 776 km sobre Siberia. La colisión dejó 12.000 objetos en órbita.
Sobre nuestras cabezas también vuelan objetos bastante curiosos:
-Una pelota de golf.
-Una caja de herramientas.
-Las cenizas del creador de Star Trek.
-Miles de alfileres.
-Un guante.
-Restos escatológicos de los astronautas.
-Un crucifijo.
Y estos son sólo algunos ejemplos...
hola como estas amigos? si quiere viajar a estambul o turquia puededisfrutar su viaje su vacasionviaje estambul
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